Las PASO serán claves para saber cómo quedará parado cada candidato a intendente, pero, salvo una excepción, ya no para designarlos. El peso electoral del distrito quedó a la vista. Guiños de Rodríguez Larreta y Santilli a Montenegro.
Por Ramiro Melucci
Lejos de otras primarias que resultaron decisivas para determinar candidaturas, las PASO 2023 solo serán una gran encuesta para los candidatos a intendente, concejales y consejeros escolares. Habrá, como siempre, un amplio abanico de opciones, pero sólo el Frente de Izquierda elegirá a sus postulantes.
El dato marca un quiebre respecto de las últimas dos elecciones para cargos ejecutivos en Mar del Plata. En 2015, Carlos Arroyo se convirtió en intendente después de derrotar en la interna a Vilma Baragiola. Cuatro años después, Guillermo Montenegro salió fortalecido de la primaria que también le ganó a la radical antes de consagrarse jefe comunal.
Sin grandes duelos, estas PASO constituirán el mejor indicador para saber cómo quedan parados los candidatos en el escenario. Ninguna encuesta será tan exacta como los votos que se cuenten cuando se abran las urnas en la tarde del 13 de agosto. El porcentaje que obtenga cada uno, la brecha que los separe de sus competidores y la cantidad de candidatos que se mantengan en carrera definirán las nuevas estrategias de campaña rumbo al 22 de octubre.
La falta de competencias internas no implica, sin embargo, que General Pueyrredon decida poco en las PASO. Acaba de confirmarse que es el segundo distrito en cantidad de electores en la provincia de Buenos Aires. Tiene 569.590 y solo es superada por La Matanza, que exhibe 1.043.853. Por detrás está La Plata, con 566.690, y grandes distritos del conurbano: Lomas de Zamora (512.325), Quilmes (475.687), Almirante Brown (455.128), Merlo (425.677), Lanús (376.761), Moreno (362.037) y San Martín (351.696).
Con los números en la mano, cerca del intendente reforzaron su hipótesis de que el Censo 2022 fue confeccionado a la baja en Mar del Plata para escamotearle coparticipación. En aquel conteo, la ciudad quedó cuarta en cantidad de habitantes, después de La Matanza, La Plata y Lomas de Zamora.
Estas PASO serán el mejor indicador para saber cómo quedan parados los candidatos en la cancha. Ninguna encuesta será tan exacta como los votos que se cuenten cuando se abran las urnas en la tarde del 13 de agosto.
Como sea, Mar del Plata y Batán serán determinantes en la contienda provincial. Tanto en la primera cosecha de votos que pueda hacer Axel Kicillof en su intento reeleccionista como en el duelo estelar de las primarias bonaerenses: el de Diego Santilli, candidato de Horacio Rodríguez Larreta, versus Néstor Grindetti, la apuesta de Patricia Bullrich. Por eso no suena extraña la propuesta de Santilli de arrimarle una silla a Mar del Plata en el Consejo Federal Pesquero, el organismo que define la política pesquera del país, rápidamente aplaudida por el concejal Fernando Muro, precandidato a diputado provincial.
Aunque no entregue los capítulos altisonantes que suele ofrecer el enfrentamiento del oficialismo local con el kirchnerismo, la interna provincial y seccional de Juntos por el Cambio será uno de los principales atractivos de las PASO en la ciudad.
La semana pasada, Rodríguez Larreta y Santilli compusieron a coro la melodía que más le gusta escuchar a Montenegro. “Vamos a terminar con la discriminación que viene sufriendo Mar del Plata”, dijo el precandidato presidencial. “Mar del Plata es una ciudad potente, pero con una Provincia que le pone el pie arriba es muy difícil”, lanzó el aspirante a la gobernación. Ya no hace falta ni explicar que esa línea argumentativa forma parte de la plataforma del intendente rumbo a la reelección. Y no importan los esfuerzos que se hagan para desactivarla: la teoría empieza a convertirse en latiguillo.
El gobernador, sin embargo, persiste con la suya. Mandó a su mano derecha, Carlos Bianco, a desmentir acusaciones del senador Alejandro Rabinovich. Y en un spot de Youtube, el propio mandatario resume lo que hizo el gobierno provincial en Mar del Plata. Menciona desde el inicio de la circunvalación, la repavimentación de la ruta 11, los efectivos y los patrulleros que se sumaron hasta los turistas que recibió la ciudad. “Nuestro gobierno está y seguirá estando muy presente en Mar del Plata para que en toda la provincia sigamos avanzando derecho al futuro”, concluye con eslogan incluido.
Ya no hace falta ni explicar que la línea de la “discriminación” forma parte de la plataforma del intendente. El gobernador, sin embargo, persiste con la suya. En un spot de Youtube, resume lo que hizo el gobierno provincial en Mar del Plata.
El relieve electoral se aprecia también en las sucesivas “bajadas” de candidatos nacionales y provinciales al distrito. La secuencia encuentra a Montenegro caminando sobre una cuerda con los brazos extendidos para mantener el equilibrio. Un día antes de subirse a un escenario con el alcalde y con el exministro de Seguridad porteño, recibió a los radicales con prédica bullrichista Ernesto Sanz y Maximiliano Abad. El viernes abrazó a Luis Petri, el compañero de fórmula de la exministra. Al fin y al cabo, apuesta a recolectar para su lista local de unidad cada voto que genere la primaria entre halcones y palomas. Santilli ya estableció la vara para octubre: llamó a convertirlo en el intendente más votado de la historia de Mar del Plata. Implicaría superar los 189.680 votos que obtuvo Elio Arpile en 1999. Poco más de 25 mil adicionales a los de 2019, cuando obtuvo 163.835.
En medio de los cálculos asoman asuntos importantes para la ciudad. Apenas la oposición insinuó de nuevo la crítica por “la ausencia de promoción turística”, el presidente del Emtur, Bernardo Martín, presentó un evento de trascendencia: el Enduro de Invierno, que se correrá a fines de agosto en las playas del norte.
En el Concejo Deliberante obtuvieron dictamen de comisión tres proyectos edilicios que se ejecutarán por excepción al Código de Ordenamiento Territorial. El del Distrito de Arte y Diseño, el de la puesta en valor del Chateau Frontenac y el del exhotel Hurlingham. Los ediles sumaron una cláusula para que las obras comiencen en el término de dos años y garanticen en el corto plazo el empleo que prometen, al tiempo que discuten las compensaciones urbanísticas que deberán aportar los desarrolladores a cambio de los pisos que podrán construir por encima de lo establecido.
El Ejecutivo promueve que se prioricen fondos para el Distrito Tecnológico. El concejal Nicolás Lauría, candidato a intendente de Creciendo Juntos, reclama que se destinen al complejo Centenario. Y la kirchnerista Virginia Sívori brega desde hace tiempo por una ordenanza que transparente y fije parámetros objetivos para determinar las compensaciones. Insiste, con razón, en que no pueden disponerse de forma discrecional. Y hasta acostumbra poner un ejemplo sobre la normativa a aplicar que no le suma en tiempos electorales: la que rige en la Ciudad de Buenos Aires, confín del PRO por excelencia.